17/04/2015

Guía práctica para casarse por lo civil (1/3)

Por Gloria Bayo

Se lo preguntaste, o te lo pidió, o quizá lo hablasteis tranquilamente y cerrasteis el trato con un ‘Sí, nos casamos’. Antes de nada, ¡enhorabuena! Y ahora, nuestro mensaje si decidís hacerlo por lo civil y en Madrid es éste: ánimo y paciencia. Vais a necesitar ambos.

De acuerdo con las tablas del Instituto Nacional de Estadística en 2001, la última publicada al respecto, el 47% de los españoles –algo más de 20 millones– estaban casados. Casi 15 años después, cada vez hay más parejas que optan por la cohabitación: hacen vida en común sin pasar ni por vicaría ni por el juzgado. Haciendo una estimación aproximada, podemos decir que a día de hoy hay en España 22 millones de casados y otros 5 millones de parejas que o se lo están pensando o simplemente prefieren vivir su amor de otra manera.

Nosotros decidimos que íbamos a dar eses paso ‘por lo criminal‘, como dicen algunos, y no por la Iglesia, y que aunque el trámite lo iniciaríamos en Madrid, lo culminaríamos en cierta finca en el Cabo de Gata. Son las primeras decisiones que hay que tomar (vía civil o religiosa y lugar), pero no son tan sencillas como parece.

El ‘dónde’ a nosotros nos costó tres meses de análisis de pros y contras, porque cuando los lugares de origen de cada uno están separados por más de 900 kilómetros, todo resulta más complicado. Decidimos ir contra la tradición y no casarnos en la ciudad de la novia por diferentes razones. Elegimos el Sur y buscamos el Ayuntamiento que efectivamente sería el encargado de tramitar nuestro futuro expediente, el de Níjar. Pero hay mucho papeleo y muchas gestiones que hacer antes de eso. MUCHAS.

Es el momento de pedir cita para una segunda visita (la ‘buena’, la que cuenta) al Registro Civil.

Uno de los dos (o ambos, aunque no es necesario) tendrá que irse a la calle Pradillo, al Registro Civil, que está en el número 66. Abre a las 09.00h y lo habitual es encontrarse una cola es-tu-pen-da aunque vayamos con 40 minutos de adelanto. No os asustéis, preguntad -no os vayáis a colocar en la fila que no es- y en cuanto paséis los arcos de seguridad, id a la planta 5ª. Veréis que no todos los que están esperando van a donde estáis yendo vosotros y si tenéis suerte hasta podréis subir en ascensor (sólo hay dos y muy solicitados).

Tenéis que poneros en la fila que se forma ante el pequeño mostrador, presentar los papeles que os indicaremos a continuación y solicitar que os citen para abrir vuestro expediente matrimonial. Lo harán con un margen de entre dos y tres meses, proponiéndoos varios días y horas en función de la disponibilidad.

Objetivo: el Registro Civil de C/ Pradillo.

Objetivo: el Registro Civil de C/ Pradillo.

¿Qué documentación tienes que tener en regla y en orden para que te den esta cita? Aunque suene obvio, el DNI es lo primero: que no esté caducado. Haced unas cuantas fotocopias y llevadlas donde quiera que vayáis junto a los originales; pueden ser una ‘red de seguridad’ porque nunca sabréis cuándo os van a pedir una copia.

En esa primera visita, a mediados de Enero de 2015, acudimos con nuestra solicitud de matrimonio y la declaración jurada del estado civil copia de los dos DNIs, amén de otros papeles que ya habíamos solicitado con un entusiasta afán anticipativo y que no necesitaron para darnos la cita. Ahí pagamos la novatada, ya que tuvimos que volver a pedir algunos de ellos.

Nos apuntaron la cita para finales de Marzo en el documento que habíamos llevado y que nos volvimos a traer a casa, y un teléfono de contacto. También nos entregaron unos formularios estadísticos (para el INE) que debíamos traer de vuelta cumplimentados en nuestra ‘cita oficial’ en la medida de lo posible, ya que hay datos que no se pueden rellenar hasta la boda.

Nos volvimos a casa triunfantes; el contacto con el funcionario fue fluido y se resolvió en tres minutos (restando las colas). Dimos por superado el primer encontronazo con la burocracia.

En el siguiente post os contamos cómo fue la apertura de expediente.